Este libro recopila diferentes reflexiones y relatos de mujeres envueltos de verdades internas, dulces y salvajes. Las reflexiones se dividen en cinco ejes vinculares: nuestra relación con parejas, ex parejas, madres y padres, hijos, nuestro cuerpo y con nosotros mismos, a través de nuestras fantasías, lo que llamamos “el pensamiento mágico”. Todo lo que soy capaz de (no) decir revela la complejidad de nuestra relación con el mundo y la dificultad para llevar a la palabra las vivencias más íntimas y crudas de los vínculos. En un pasaje onírico por temáticas como la maternidad, la belleza, la infancia, la muerte, la decadencia, la rutina, el sexo y la separación; Violeta trae las voces de múltiples mujeres y de algunos hombres, plasmando una vivencia innombrable en cada página.
Un magnífico pasaje por la vivencia más íntima, doméstica, de hastío y desordenada belleza.
“¿Cuál es el riesgo más grande de tener hijos?
Ser sensible a la mirada crítica que portan. Cuando llegan al mundo, se las inventan para exiliarnos, para aborrecernos, para demandarnos. A prepararse: no nos querrán lo suficiente, no nos aprobarán lo suficiente, no nos darán ni siquiera la tranquilidad de crecer sanos, fuertes y felices. Se suicidarán varias veces, nos pedirán socorro y volverán a dejarnos, porque a eso vinieron, a mostrarnos que somos muy capaces de fallar. Dirán que no les dimos a elegir la vida. Que no somos más que un punto de partida”.
“Me había traicionado, pero siempre supe que sería él quien lo haría. Al fin y al cabo, yo necesitaba un traidor para marcharme. Y él necesitaba a quien traicionar. Él tenía derecho a traicionarme y yo tenía derecho a ser su mejor víctima. Todas delicias del libre albedrío de los dos”.